15 de junio de 2019

Mi papá no es un héroe

Mi papá no es un héroe. Ciertamente, nunca lo fue para mi. En parte, supongo por sus falencias, qué se yo. Mi papá no es un héroe pero sí le admiro esta cuestión que vengo a contar y es que mi papá empezó a estudiar Periodismo y Comunicación Social a los 38 años, gracias a un convenio entre el municipio y la UNLP, que había abierto una extensión de esa facultad a unos 25km de casa. Y uno, desde acá, puede pensar que 25km no son tantos, pero en ciertos lugares, cuando no tenés auto, es una distancia enorme. 
Papá tenía 38 años, 6 hijos, un trabajo de municipal y había empezado sus primeros pasos en docencia, como modo de complementar el único ingreso de la casa, porque mamá hacía 7 años que había tenido que quedarse a hacerse cargo del hogar, pues éramos muchos chicos y bueno, se complicaba. 
El sueño de mi papá había sido ir a estudiar a una universidad en EEUU, pero mi abuelo no lo favoreció en la decisión, vaya uno a saber porqué. Mi abuelo, que se había criado en Nueva York. 
 Entre tanta cosa, papá consiguió un trabajo, conoció a mamá (quien ya tenía-sola- a mis hermanos más grandes), se casaron, llegué yo y un mar de cosas que son larguísimas de contar y no vienen al caso, pero él siempre quedó con el pendiente de hacer una carrera universitaria. Le llegó su momento, entonces, en la situación que conté antes y, a simple vista, uno dirá “es difícil” pero resulta que no sólo esos eran los escollos sino otros más, como no tener un transporte público eficiente. En ese entonces, el servicio era irregular y, de pronto, quizá estabas 2 hs para llegar de una localidad a otra. O dependías de algún compañero que fuera o volviera en auto. O de agarrar uno de esos del Rápido que entraba en todas. Ir y venir a la facultad era muy difícil. 
 En casa no había computadora. Ya, entonces, internet estaba llegando al pueblo vía dial up, pero ni siquiera teníamos una pc en la cual hacer un trabajo práctico. Y, como sabemos, en la facultad y más en estas carreras humanísticas, el trabajo práctico es parte de la evaluación. Para peor, en casa éramos 8 personas. Mamá, mis hermanos y yo. Cuando papá empezó, yo tenía 13 y mi hermano mas chico, 3. Un despelote. 
 Jamás lo vi a papá sentarse a estudiar. Ni siquiera había visto sus apuntes ni había sabido de la existencia hasta que, pasados los años, en una trifulca, le echó en cara a mi mamá que se los había tirado. Jamás supe en qué momento cursaba. A duras penas, hablaba de la facultad. A duras penas lo veíamos, realmente. Un poco estábamos acostumbrados. 
Con los años, agarró más horas en docencia, seguía en la municipalidad –hasta que en 2004 lo echaron- y cursaba. 

Bueno, claro, en el medio pasaron muchas cosas. Un cargo, 2001, se separaron con mi mamá, volvió a casa, yo no le hablé como por un año. Todo muy sencillo.
 Así y todo, era un misterio cómo se las arreglaba con la facultad. Lo sigue siendo para mí. Asumo que estudiaría en bares, qué se yo. Papá es un tipo que hace lo que puede desde que tengo uso de razón. Mentalmente, se mudó por todo el mundo, pero siempre terminaba en casa, frente al mar. Trabajó de varias cosas, creo que, en su mayoría, no le gustaba ninguna. Aun no estoy segura de si le gusta la docencia. Ciertamente, mi papá no es un héroe porque los héroes son perfectos, no se equivocan y salvan el mundo, pero yo no se cómo hizo para llegar a los 45 y obtener su título de profesor universitario, a empezar un doctorado a los casi 50 y tenerlo ahí, dando seminarios cada tanto, cosa de que el vicio no se le olvide.
 Cuando se recibió, creo que yo estaba más emocionada que él. Mi viejo, que bien podría haber accedido a una educación de grado cuando salió del Roca en el año 78, se recibió grande porque la vida, las elecciones y las circunstancias le dieron esa chance.
 Generalmente, no hablo bien de él y me quejo bastante. Un poco es la relación que se construyó a los ponchazos, pero es la que tenemos. Yo le admiro la voluntad ante todas las adversidades económicas, ambientales, familiares y laborales… no, no es un héroe…pero casi. 



1 comentario:

Pejerrey dijo...

Genial morgui¡ feliz día para tu viejo, en argentina ese es un héroe.